En noviembre del 2004 se desarrolló en la ciudad de Rosario, Argentina, el III Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE). En el cierre de una de las mesas principales Roberto Fontanarrosa, humorista gráfico y escritor argentino, abrió su disertación preguntando: “¿Por qué son malas las malas palabras? ¿Quién las define? ¿Son malas porque les pegan a las otras palabras?, ¿son de mala calidad porque se deterioran y se dejan de usar?”. Fontanarrosa las defiende y pide amnistía para ellas al subrayar la fuerza expresiva y terapéutica de las malas palabras. Lo que propongo para este podcast de Crónicas Filosóficas es preguntarnos si es posible integrar las malas palabras al lenguaje sin que pierdan, al obtener esta amnistía, su capacidad transgresora. Y repensar que estas palabras también son malas porque pueden ser hostiles, hirientes, ofensivas.
La columna de hoy tuvo intervenciones de dos entrevistas, se las compartimos para completar la escucha:
Roberto Fontanarrosa y el secreto de las mejores malas palabras (Link)
Alejandro Dolina – Las malas palabras (Link)
Compartimos también la columna completa para escuchar: