Hoy la radio celebra a los locos de la azotea
soñadores soñando compartir sueños
a través de un aparato mágico
capaz de transmitir sonidos por el aire
pero ese dispositivo que acompaña
días y noches
en cualquier lugar
desde hace cien años
¿es siempre la misma radio?
La que transmitió la ópera Parsifal
La que usó Goebbels para difundir la voz del Fuhrer
La que propaló las voces rebeldes desde Sierra Maestra
La que relataba los goles del Mundial 78 a metros de la ESMA
La que armaron en una villa para que otros no hablen por ellos
micrófono, consola, transmisor, antena, receptor
mejores o peores
conforman la técnica radiofónica
lo que no es lo mismo
es lo que se encuentra en los extremos de la comunicación
quienes hablan y quienes escuchan
la radio puede ser un espacio libertario
o una sala de torturas
puede ser un disparador de ideas
o un picadero de cabezas
puede ser un viaje ensoñado
o una lobotomia programada
puede ser un encuentro de diversidades
o un shopping de fórmulas recicladas
puede ser un caja de reverberancia para voces disonantes
o la amplificación desmesurada de las voces dominantes
eso depende de lo que hagamos con ella
para que la usamos
como nos relacionamos
que proyectamos desde las parlantes
que devolvemos desde las receptores
la radio no tiene que ser la misma para todxs
debería ser democrática y plural
permitirnos vivir en paz y en libertad
abrirnos las puertas del goce y la reflexión
alojar las expresiones humanas más auténticas
cuando digo que amo la radio
es que amo a quienes hacemos de la radio
una casa nómada
una estación colectiva
un viaje sin fin
esa es la radio que celebramos
