Cuentan que mientras Córdoba se quemaba
el gobernador twiteaba desde su palacio
las llamas arrasaban con el monte
llegaban hasta las casas
los animales que lograban huir vagaban heridos y hambrientos
no había suficientes bomberos ni aviones hidrantes
y lxs vecinxs desesperados intentaban apagar el fuego
varixs murieron en ese frente infernal
pero las autoridades negaban la magnitud de la tragedia
o culpaban a la misma naturaleza que sufría la devastación
ahora sabemos que los incendios eran intencionales
que algunos lucraban con el exterminio del monte
que encendían sus campos para rotar cultivos
o para extender el territorio ganadero
que quemaban zonas protegidas para construir futuros emprendimientos inmobiliarios
las crónicas de la época hablan
de que llegaron a criminalizar a quienes defendían la tierra
pero los ciudadanos no habían sido preparados
y no había recursos suficientes para enfrentar las llamas
la situación descontrolada acabó con el bosque nativo
las sierras quedaron desiertas
los ríos contaminados de cenizas
la fauna diezmada
ya no habría agua potable
ya no habría sombra
ya no quedaba nada
semejante escenario infernal
encendió la consciencia social
y los responsables del ecocidio
fueron juzgados, destituidos e inhabilitados
las tierras quemadas se convirtieron en santuarios cuidados
para que la madre tierra se encargará de regenerar lo que los humanos habían devastado
desde las cenizas el monte renació
y ahora las sierras son un paraíso natural
donde la codicia del capital
la desidia de la clase política
la ignorancia mediatizada
ya no pueden ingresar.
