Una efeméride que no saldrá en los noticieros, que no ocupara espacio en la prensa, pero que es un hito en la lucha de los pueblos por una vida en un ambiente sano. “Veinte años de pie. No a la mina», es la consigna que se repite este año en Esquel. Se lee en remeras, pintadas en las paredes, calcomanías en autos y negocios.
Este 23 de marzo se cumplen dos décadas de la histórica votación que, con el 81 por ciento de los votos, rechazo el extractivismo impulsado por los gobiernos y la empresa canadiense Meridian Gold.
Esquel se transformó en un emblema de la lucha socioambiental, con sus prácticas asamblearias y su decisión de nunca abandonar las calles.
A veinte años de la gesta, hoy habrá una multitudinaria marcha que volverá a gritar «el agua vale más que el oro». En plena crisis pos 2001 apareciò un proyecto minero que prometía desarrollo local, trabajo y bienestar. Un grupo de vecinos y vecinas desconfió. Comenzó a leer, estudiar y a contactarse con otras regiones. Comenzaba a gestarse la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel. Movilizados en las calles lograron la realización del plebiscito y el resultado fue contundente: el 81 por ciento dijo «no» a la megaminería.
En diciembre de 2021 el gobierno provincial autorizó sorpresivamente la megaminería. Una burla a casi dos décadas de rechazo popular a la actividad. El pueblo salió a la calle durante siete días, hubo represión, cortes de calles e incendio parcial de de la Casa de Gobierno. El Gobernador, y los legisladores, retrocedieron y volvieron a dejar vigente la prohibición de la megaminería en Chubut. «Chubutazo», fue el nombre elegido por el pueblo de la provincia para esa gesta popular. Pero los intereses de las mineras y los gobiernos entreguistas siguen acechando, a 20 de años del No rotundo y masivo a la megaminería Esquel, Andalgalà, Famatina son los emblemas que nos siguen iluminando en la resistencia contra el extractivismo.