Las bondades de(l) Silencio

Sentarse a escuchar Silencio es toda una experiencia. La propuesta sonora de Pablo Ramos, junto a Diego Funes y Tomás Tolaba, ofrece sonidos, silencios, lecturas seleccionadas y música acorde al clima que se genera. Aquí una pequeña síntesis de esta nueva propuesta que llegó a la FM 102.3, Más que Música, los sábados a las 21.

Ya sea en la radio o en su versión podcast (que se puede encontrar en el sitio web de Subversiones), escuchar Silencio nos permite disfrutar de un viaje atemporal por las bondades del sonido. Con la experimentación sonora como bandera, se pueden escuchar textos de Kerouac, de Roberto Bolaño, de Wisława Szymborska, entre otras obras.

Las interpretaciones, en la voz de Pablo Ramos,  juegan con nuevas formas de vivir los textos: con repeticiones, con retoques lingüísticos… es como escuchar una canción. Responsabilidad sobre esta sensación tienen los sonidos que van por detrás: climas atmosféricos y algunos tímidos beats forman una estructura que se complementa con las voces. No podrían ser partes separadas.

La otra cara del programa está protagonizada por la música. Agrupadas de a dos, las canciones son un respiro para el oído. Es una selección que propone que escuchemos clásicos y no tan clásicos, que invita a conocer cómo algunes artistas incluyen estos recursos alternativos en sus temas. Desde Nirvana a Rosalía, es agradable la sintonía que invocan al lado de los textos leídos.

La Radio celebra la llegada de esta propuesta cargada de poesía sonora. El horario de la noche del sábado, de 21 a 23, invita a relajarse y escuchar. Justo a la mitad del fin de semana, Silencio puede ser un abrazo antes de dormir, un trago de sonidos para conocer y reconocer, para variar entre una escucha atenta y una distendida. Puede ser un espacio donde el silencio no da miedo, donde la palabra hablada no llena cada segundo del aire.

En el país de la Radio, entonces, Silencio es un programa imposible.

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