Pedir justicia por Blas

Pedir justicia por Blas
es cuestionar las políticas represivas del Gobierno provincial
solidarizarse con la familia y los amigo de Blas
es abrazar a todas las víctimas del gatillo fàcil de la policía cordobesa
pensar que todos somos posibles víctimas de ese accionar criminal
es reconocer un modus operandi de las fuerzas de seguridad
disparan y después preguntan
encubren y después se defienden
Hay a una extensa lista de crímenes impunes
generados por la política de seguridad del cordobesismo
militarizando la ciudad en zonas rojas
con una excesiva presencia de agentes
con la creación de cuerpos como la CAP, la Policía Barrial o la división antiterrorista
con escasa formación para salir a las calles
con la presión de solucionar con mano dura lo que la desigualdad produce
la mira de los policías cordobeses siempre está puesta en los jóvenes
la mayoría de los muertos por la represión son menores de 25 años
La muerte de Blas no es una excepción
es absurda, duele, nos indigna
pero es el resultado de un sistema perverso
que apela al miedo como disciplinamiento social
para que no existan más jóvenes asesinados por el Estado
hay que desactivar la política cordobesista
esa que viene de la dictadura
que continúo el radicalismo
que perfeccionó en su ferocidad De La Sota
la de la Tolerancia Cero
la que encubre a sus agentes
la que apela a un cambio en las cúpulas policiales
como recambió ante la presión social que estalla
por eso este gobernador que permanece ausente
para asumir el costo de sus decisiones
debería revisar todo lo que hizo en estos años
los medios hegemònicos que golpean todos los días con su morbosidad
deberían criticar las soluciones mágicas que siempre avalan
los ciudadanos que padecen diferentes formas de delito
deberían cuidarse de no caer en la trampa del revanchismo
es un entramado de complicidades de diverso grado
pero que han sostenido y reproducido
un sistema de inseguridad
donde las vidas valen menos
que las balas que las matan
donde la verdad de esos crímenes
vale menos que el discurso del odio al otro
lloramos a Blas
para que esas lágrimas abran el corazón
de una sociedad enceguecida por el miedo