Solos en la calle

Eran los héroes de cada jornada
la gente los aplaudía
un virus tan misterioso como letal
atacaba cuerpos indefensos
y llenaba los hospitales con enfermos
que atravesaban complicadas patologías
allí estaban para atenderlos
para ayudarlos
para despedirlos
festejaban cada recuperación
como lamentaban cada fallecimiento
no tenían descanso en el trajinar pandémico
muchos se contagiaron en su lugar de trabajo
algunos no se sobrevivieron
tampoco estaban a salvo sus familias
cada noche cada día
iban y venían de los territorios infectados
tratando de encontrar una cura un alivio un consuelo
eran tan esenciales como sacrificados
su compromiso ético los ubicaba en la primera línea
y todos agradecíamos que existieran
el personal médico de cada ciudad
constituía la posibilidad de defendernos
ellos nos cuidarían si caíamos enfermos
mientras nos refugiábamos en las casas
la salud individual y colectiva
superaba las diferencias
y ubicaba a sus custodios
como los principales agentes de la vida
pero llegaron las vacunas
los cuidados sostenidos
el estado protector
y fuimos saliendo de la catástrofe sanitaria
nos cansamos del virus
de la excepcionalidad de la pandemia
y como si fuera posible eso
decidimos volver a la normalidad pasada
ahora esos trabajadores de delantal y barbijo
ya no importan
los bajamos del Olimpo
preferimos alabar a deportistas
atender las vicisitudes de un grupo de zombies encerrados en una casa
seguir influencers de bajo vuelo y altos likes
por la salud que se preocupen los enfermos
y que los médicos peleen por salarios de hambre
solos en la calle