Por Sofía Andrea Kramer para Subversiones.
Transitando las semanas previas a lo que será la primera elección directa de rector/a y vicerrector/a en la UNC, la fórmula VAMOS, que postula a Gustavo Chiabrando y a Ana Falú para dirigir la universidad, ofreció un encuentro de reflexión conjunta que contó con la presencia de la reconocida antropóloga feminista Rita Segato.
El eje principal sobre el que gravitan las propuestas de este nuevo frente es la perspectiva de género, una posición ultranecesaria en los tiempos que corren para poner en marcha la inclusión de todos los sectores sociales en la construcción de una universidad abierta y plural que rompa con la lógica patriarcal tradicional de la distribución del poder.
En esta dirección, Ana Falú, arquitecta, profesora emérita de la UNC e investigadora del CONICET, en conjunto con Rita, conversaron sobre conceptos claves que es necesario tener en claro para avanzar hacia un nuevo modelo de universidad feminista.
En primer lugar, Segato afirmó que lo que hoy se necesita es “una política en clave femenina” que rompa con el comportamiento reiterativo, con ese aspecto burocratizante y protocolar “que es característico de la historia de la masculinidad”. Este tipo de política, diferente, da lugar al encuentro espontáneo, apela a generar una cercanía con el otro, rompería con las formas masculinas de hacer política, modos que imponen distancia y sobriedad de los cuerpos, y aclaró que “no se trata de una irracionalidad emocional, sino de otro tipo de racionalidad, de otra manera de comportarse, de otra tecnología de sociabilidad y otras tecnologías de politicidad”.
Por otra parte, puso énfasis en la problemática de la deserción universitaria y en lo importante que es realizar mapeos constantes sobre los factores de expulsión en la Universidad, factores que van desde lo material hasta lo psicológico, “hay muchos alumnos y alumnas que se van de la universidad porque no soportan el maltrato, y es un maltrato sordo que se llama tratamiento diferencial”, y sentenció “la ley no tiene vigencia hasta que las personas pueden ser jueces de lo que les pasa. Levantar el dedo, acusar a quien las maltrata, las ofende, y decirles, estás ejerciendo sobre mí violencia moral, violencia psicológica, si cada persona no puede ser un juez juzgando todo el tiempo el tratamiento que recibe y buscando justicia todo el tiempo, entonces ahí la ley no existe, es inocua”.
Moneda corriente es en la UNC la violencia moral que se ejerce sobre un gran número del alumnado cuyas voces no son tenidas en cuenta por el simple hecho de ser mujeres, diversidad o no tener una buena posición económica. En este sentido, la antropóloga hizo referencia al código de faltas de la provincia expresando que “es una deuda pendiente del campo crítico de la Argentina y muy especialmente de Córdoba”.
Bajo un cielo teñido de rosa, en un teatrino con cerca de mil personas escuchando en silencio y con atención, Rita Segato cerró con una frase contundente: “solamente a partir del feminismo se puede comprender de forma cabal lo que es una democracia, sólo la experiencia feminista puede entender qué es y de qué se trata una democracia, no es posible encontrar una lección tan completa como la que el feminismo da”.







