La columna de Análisis Social, de Sol Minoldo, se basa en su nota Con cariño y sin derechos. Las empleadas domésticas y su “régimen especial”, publicada en Economía Femini(s)ta en el especial del día de la mujer. La realidad de las ‘empleadas domésticas’ es un tema poco tratado y que merece su lugar en la agenda social y en la agenda feminista.
Las trabajadoras del sector son de las más vulnerables en el conjunto de les trabajaderes. De un lado, un régimen formal que no garantiza el acceso a derechos. Del otro, niveles de informalidad altísimos.
Por otro lado, es un asunto que tiene mucho que ver con el género. Se trata de un trabajo realizado casi en su totalidad por mujeres, y que es el trabajo de una de cada 6 mujeres que en argentina trabajan a cambio de un ingreso (y si miramos entre las mujeres que pertenecen al quintil de la población de más bajos ingresos, es una de cada 4).
Como pasa con el trabajo doméstico no remunerado, pareciera que no es del todo trabajo.
Que el amor no encubra la explotación: que sea como parte de la familia, que la tratemos con cariño, no quita que haya una relación laboral. Y ya que estamos, si querés saber cómo ‘blanquear’ una empleada, es por acá.
